miércoles, abril 26, 2006

Columnas y Artículos de Cartagena 1815

El Universal
Cartagena de Indias, Colombia, miércoles, 26 de abril de 2006

CARTAGENA 1815 NO RESPALDARA CANIDDATO
Jacqueline Rhenals Acuña

El movimiento Cartagena 1815, recordado por ser uno de los promotores del voto en blanco, dejó a sus miembros en libertad para que apoyen al candidato que deseen en la campaña presidencial.

La decisión la dio a conocer en un comunicado, Carlos Crismatt, directivo de este movimiento cívico, luego que el periodista –y también miembro de Cartagena 1815–, Óscar Collazos, alertara en una de sus columnas sobre cómo algunos grupos de poder querían aprovecharse de esta iniciativa ciudadana para apoyar la reelección del presidente Álvaro Uribe.

Según Collazos, desde la campaña por la Alcaldía de octubre de 2005, se notaba que algunas personas estaban detrás de la organización Cartagena 1815 guiados por el interés de ser figuras alternativas al ahora alcalde Nicolás Curi y por sus afectos cercanos al Gobierno nacional, en ese momento declarado "anti-Curi".

Las observaciones de Collazos, y otros miembros de Cartagena 1815, agitaron un pulso interno dentro del movimiento, entre los partidarios de adherir a Uribe y entre quienes preferían mantener este proyecto político con su objeto principal de cambiar las costumbres políticas de Cartagena.

La controversia llegó a su fin con la aclaración difundida por Crismatt, por correo electrónico y publicada en el blog cartagena1815.blogspot.com, en el que dice que por la "condición abierta, democrática y plural, no se ha hecho ni se hará adhesión a ningún candidato en la actual campaña electoral por la Presidencia de la República".

"Las cosas quedaron claras y la lección quedó aprendida. No podemos inducir una iniciativa ciudadana a la orientación política de algunos de sus promotores, eso hubiera deslegitimado el objetivo de construir ciudad", dijo Collazos en diálogo con El Universal.

Crismatt aclara que la dirección del movimiento "es respetuosa de las diferentes vertientes ideológicas de cada uno de sus miembros, y de su derecho y libertad a manifestar su respaldo en favor de candidatos de sus preferencias".

Así que los compromisos de campaña que públicamente han asumido algunos miembros de Cartagena 1.815, "son de su exclusiva responsabilidad personal y no comprometen en nada a la organización", explica Crismatt en la misiva.

Aunque Cartagena 1.815 no estará activo en la campaña proselitista, no se desintegrará y continuará con su propósito de darle a la ciudad un nuevo liderazgo político a la ciudad.

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El Universal
Cartagena de Indias, Colombia, martes, 25 de abril de 2005

ACLARACION NECESARIA
Germán Danilo Hernández

El movimiento Cartagena 1815 emitió un comunicado aclarando a la opinión pública, que como organización, no respalda a ningún candidato en la campaña por la presidencia de la República.

Necesaria aclaración para los miembros activos, amigos y simpatizantes de ese grupo, que desde las pasadas elecciones a la Alcaldía de Cartagena, como promotor del voto en blanco, encarna una especie de esperanza colectiva de cambio en la manera tradicional de ejercer la política en la ciudad.

La participación de algunos directivos de Cartagena 1815 en la coordinación regional de la campaña del candidato Presidente, Álvaro Uribe y el cruce de mensajes electrónicos que insinuaban una adhesión pública a dicha campaña, generaron un debate que trascendió a algunos medios de comunicación.

También es necesario y saludable el debate dentro del movimiento, que por su pluralidad ideológica, le resultaba difícil coincidir con el apoyo unánime a un candidato con tantos antagonismos.

El resultado de la discusión, en el sentido de preservar el sentido amplio, plural e incluyente de la organización, por encima de simpatías electorales, es una señal de madurez y sensatez política, que la fortalece y despeja los senderos de su accionar local.

Ratificar su independencia frente a partidos, grupos o movimientos políticos nacionales o locales le brinda a esta colectividad mayor margen de maniobra, y la confianza de quienes se identifican con una alternativa diferente de liderazgo, para conducir la ciudad a mejores destinos.

Las expectativas colectivas por un proceso de transformación de las costumbres políticas, tampoco se pueden idealizar con la llegada de los mas "puros" a la orientación del proceso, pero sí es valida la demanda de transparencia y de jugar con las cartas sobre la mesa.

En la promoción del voto en blanco en 2005, coincidieron efectivamente diversos intereses: políticos, económicos, sociales, personales y hasta emocionales. Lo meritorio de Cartagena 1815 fue hacer una sola causa común y encausar una reacción colectiva de rechazo a las castas políticas tradicionales, que también se generaba de manera espontánea y dispersa.

Los integrantes de este grupo no pertenecen, en consecuencia, a una sola vertiente de pensamiento, no defienden los mismos intereses, ni son de la misma clase social, pero coinciden en una visión de ciudad, equilibrada y justa, por la cual luchan.

El sano ejercicio de la democracia implica por consiguiente que cada uno de los miembros de Cartagena 1815 simpatice y respalde públicamente a los candidatos de su preferencia, sin que ello distorsione los ideales de la organización. Cosa diferente a si la adhesión a Uribe se hubiese dado como grupo.

Hecha entonces la aclaración, resulta razonable cerrar la página en este episodio, que si bien puso a prueba la conformación del grupo, lo fortalece en su estructura y proyección.
Si bien algunos miembros del movimiento continúan considerando a Uribe su mejor opción electoral, otros identifican sus preferencias en Carlos Gaviria, Horacio Serpa, Álvaro Leyva, o Antanas Mockus, y ello no incidirá en los retos impuestos como Cartagena 1815.

Por mi cercanía a esta organización y mi vertical desacuerdo con la reelección del presidente Uribe, puedo dar fe de la demostración de tolerancia política y pluralismo que Cartagena 1815 ha demostrado en este debate coyuntural, y confío en que seguirá siendo su línea de conducta, en un proceso que apenas comienza.
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El Universal
Cartagena de Indias, Colombia, viernes, 21 de abril de 2006

POLITICA Y RESPONSABILIDAD SOCIAL (RSE)
Jorge Enrique Rumié

Impresiona cómo viene creciendo en el mundo la implementación de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE), como mecanismo de apoyo privado a las comunidades más deprimidas y necesitadas de una región. Sectores empresariales y organizaciones profesionales –adicional a sus contribuciones tributarias ordinarias– se vinculan a fundaciones especializadas y ONG para trabajar en armonía con gobiernos locales bajo esquemas de donaciones especializadas con alto impacto en el bienestar social. El asunto viene con tal trascendencia internacional, que las naciones desarrolladas están impulsando elevados estándares de calidad para implementar certificaciones ISO en RSE, con resultados valiosos.

La RSE está de moda en el mundo, no hay duda. Sin embargo, no todas las realidades son igual de vaporosas como una novela rosa de Corin Tellado. También existen naciones o municipios donde las necesidades insatisfechas son enormes y el atraso económico imperante desborda las buenas intenciones de la filantropía. Dicho de otro forma, la RSE ayuda, pero jamás sustituye al Estado. Y esfuerzos voluntarios excepcionales terminan actuando como "gotas de valeriana" en épocas de cólera.

Ciudades como Cartagena -por cierto, modelo de RSE en Colombia- son ejemplo de ello. Nuestra enorme pobreza, la debilidad institucional y la ineficiencia estatal en políticas sociales, obligan a modificar los modelos tradicionales de RSE, los cuales sí aplican en países como Dinamarca, Suecia o Australia, para citar algunos, donde lo básico tiene respuesta y lo elemental funciona.

En nuestro medio, para lograr resultados contundentes, debemos participar en política como máxima expresión de RSE. Quiero citar a Bruce MacMaster, miembro de "Compartamos con Colombia", en su artículo de la revista DINERO: "Pocas actividades tienen tanto impacto social como la política. Para bien o para mal, la política y sus actores tienen la mayor capacidad de tomar decisiones que afectan el bienestar de la población". Tiene razón. "Primero lo primero" diría Stephen R. Covey, en sus magistrales aportes a la eficacia administrativa. Y el "toro se agarra por los cachos", diría el adagio popular. Por ello, participar en lo público o en política es fundamental si queremos desarrollo equitativo y fortalecer la democracia, obviamente bajo los máximos parámetros de integridad y ética, y excluyendo las empresas privadas que contratan con el estado o las multinacionales impedidas por estatutos.

Veamos el caso de la Dra. Roxana Segovia. Como funcionaria emprendedora y diligente de la Secretaría de Educación Distrital, con $180 mil millones de presupuesto anual, logrará en los próximos 2 años de trabajo lo que requeriría 100 años para la Fundación Mamonal, y me quito el sombrero con la labor ejecutada por esa ONG.

Un buen alcalde es la mejor inversión para una ciudad, y tres continuos son suficientes para transformar un municipio. Si no, preguntémoselo a Bogotá.

Estimados amigos, debemos usar la RSE para constituir puentes entre la clase política proactiva de Cartagena y el sector privado, y soñar con la selección de candidatos idóneos para todos. Suena crudo, pero no veo otra ONG con un presupuesto anual de $ 550.000 millones de pesos para actividades sociales como la Alcaldía, y cualquier pretensión adicional serían "centavos" en un océano de necesidades.

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