viernes, marzo 23, 2007

“1815”: condiciones para un Proyecto Político de Unión Ciudadana


“1815”: condiciones para un Proyecto Político de Unión Ciudadana

JORGE ENRIQUE RUMIÉ, -
EL UNIVERSAL

Creo que todos estamos de acuerdo en que Cartagena no viene evolucionando satisfactoriamente en lo social y económico, y cualquiera reconoce que un municipio con 60 ó 70% de pobreza, no resulta viable como proyecto coherente de desarrollo y bienestar. ¿O usted piensa lo contrario?
Lo paradójico es que se supone que Cartagena tiene unas de las mejores perspectivas de desarrollo empresarial en Colombia, y si no aprovechamos y promovemos eficientemente nuestras ventajas competitivas, vamos a perder la oportunidad histórica de usarla en favor de nuestro bienestar social.

Entonces, ¿cuál es la solución? ¿Qué debemos hacer? ¿Hacía dónde debemos ir? Bueno, son varias preguntas para una respuesta muy sencilla: necesitamos elegir buenos gobernantes para no morir eternamente en el intento. Y recurro nuevamente a la capital del país, como ejemplo ilustrativo, recomendando leer El Tiempo de marzo 16/07, que tituló: “Bogotá logró drástica reducción de pobreza”, pasando del 46% al 28%, en solo 5 años. Un resultado que refleja la importancia de elegir excelentes mandatarios en varios períodos consecutivos.

Es decir, podemos contratar al mismo Alan Greenspan, acompañado de Keynes resucitado, con su equipo de economistas, pero todo aterriza y muere en nuestra institucionalidad pública, la cual es excluyente, ineficiente y corrupta.

¿Para qué mentirnos? ¿Cuántos pobres se requieren para que lo entendamos? ¿Cuántos niños deben morir de hambre para reaccionar?

Además, a la ciudad no la salva ningún caudillo solitario con buenas intenciones en las próximas elecciones a Alcaldía (“no seamos tan ilusos”, como dijo aquel famoso filósofo arjonero, que solo habló una vez). También requerimos acompañamientos en el concejo y las JAL, para que el Proyecto Político de Unión Ciudadana (“PUC”), sea exitoso.

¿Qué se necesita, entonces, para lograr dicho “PUC” y ganar las próximas elecciones? Aquí relaciono algunas condiciones fundamentales:

1) Credibilidad y confianza colectiva: “Cartagena 1815” puede servir de catalizador de esa unión para que todas las asociaciones, fundaciones, organizaciones, comunidades, empresas, partidos políticos, etc., con interés de transformar la ciudad, puedan crear ese gran “PUC”. No en torno a “1815” (ni más faltaba), sino a su lado. Quiero decir, todos tienen la oportunidad de dirigir y decidir sobre el “PUC”.

2) “PUC” sin politiquería: se trabaja sin compra de votos, sin hipotecas, sin financistas. Solo con voto de opinión. Es preferible perder, pero los principios no son negociables.

3) “PUC” con plan de gobierno: que sea moderno, inteligente y concertado. Dirigido a resolver prioritariamente nuestros problemas de pobreza, hambre, inseguridad, empleo, educación, salud y competitividad.

4) Reglas claras: cualquier comunidad puede proponer precandidatos a la Alcaldía, pero cumpliendo un perfil de honestidad, conocimiento de ciudad, carisma, solvencia en servicio público y sin politiquería. Igualmente, los precandidatos deben firmar unos compromisos éticos de comportamiento y someterse a las reglas de juego preestablecidas por el “PUC”.

5) “PUC” incluyente, popular y democrático: se buscarán igualmente candidaturas al concejo y las JAL.

6) “PUC” con garantía: debemos nombrar una “comisión de garantía”, para avalar el proceso, inspirar confianza y nombrar los auditores requeridos.

jueves, enero 11, 2007

Al rescate de la Política con Cartagena 1815


Al rescate de la Política con Cartagena 1815

CARLOS JOSÉ CRISMATT C., -
EL UNIVERSAL

Tengo varias razones de peso para hablar sin miedo de política, y voy a concretar en estas líneas lo que se ve en nuestro escenario local. La compra de votos es el punto de partida de estos procesos, que se convirtió en un negocio rentable para personas inescrupulosas. Además, las comisiones de los contratos se convirtieron en el pan de cada día y algunos empleados públicos supuestamente entregan a su jefe politiquero un porcentaje de su salario. Esto, por mencionar unos cuantos ejemplos.

¿Por qué da miedo hablar de política? Por la sencilla razón de que los politiqueros ensuciaron esa palabra y hoy nos toca la ardua tarea de rescatar su reputación.

Política es tener disposición para obrar en una sociedad, utilizando el poder público organizado para unos objetivos provechosos para el procomún. Es enfocar las políticas públicas a las necesidades reales sin ningún interés particular ilícito.

Hoy, debemos pasar de un círculo vicioso politiquero al círculo virtuoso de la política. Es decir, pasar de los malos procesos electorales, malos dirigentes, corrupción e incompetencia, a tener buenos procesos electorales, buenos dirigentes, transparencia, competitividad y desarrollo. Es cambiar ese 10% de comisión por un 10% más de salud, empleo y desarrollo.

Las necesidades de los ciudadanos se resuelven por la vía de los derechos fundamentales y no por la vía de los favores. Los politiqueros hacen que las instituciones sean ineficientes para aparecer como héroes cuando de ayudar a alguien se trata.

Hay que rescatar los principios y los valores de nuestra sociedad, que no son negociables en ningún sentido. Hoy cualquier corrupto es un gran doctor, y es por eso que no podemos permitir que accedan al poder a tomar las decisiones más importantes de nuestra sociedad.

Democracia es el gobierno de la gente, por la gente y para la gente. Es por ello que el grupo “Cartagena 1815, La Heroica No Se Rinde”, conformado por un número representativo de ciudadanos, está dispuesto a colaborar en un proceso de depuración de esos dirigentes inescrupulosos.

Este mismo grupo fue aquel que en el año 2005, con escasos recursos, sin estructura política, y sin logística electoral, se atrevió a enfrentarse a las casas políticas tradicionales de Cartagena y a su maquinaria. La campaña se hizo con altura, coraje y con la valentía propia de los cartageneros.

Más de 40 mil personas reaccionaron ante las urnas, depositando sus votos en blanco como rechazo a la politiquería, la corrupción y la exclusión. A través de “Cartagena 1815, La Heroica No Se Rinde”, hemos continuado el trabajo porque los ciudadanos son nuestra prioridad, y porque queremos una ciudad progresista y con equidad social.

Nos mantenemos firmes en los propósitos de conquistar un espacio de participación ciudadana por la defensa de los intereses colectivos con manejo eficiente y transparente de los recursos públicos.

Buscamos la renovación de las costumbres políticas y la construcción de un nuevo liderazgo basado en la ética, transparencia y eficiencia administrativa, en pro del bien común por encima de grupos o partidos políticos.

En ese compromiso nos sentimos respaldados por los ciudadanos que apoyaron la opción del voto en blanco en la pasada contienda electoral por la Alcaldía de Cartagena, y a quienes ratificamos que seguimos siendo un movimiento local, amplio e incluyente, que refleja la voluntad popular de cambiar, para mejorar, el destino de nuestra ciudad.

Jamás debemos olvidar que ¡La Heroica no se rinde!